martes, 21 de junio de 2016

Una escoria de capataz

De 1882 a 1972, los hornos Sloss en Birmingham, Alabama transformaba con el carbón y el mineral un duro acero. Para los rascacielos en New York o para los automóviles fabricados en Detroit, estaban muy solicitados, su material servia para producir estos y miles de productos mas.
En la década de 1900, James "escoria" Ajenjo era el supervisor del turno de noche donde 150 trabajadores trabajan arduamente para mantener la caldera alimentada. Sólo los más pobres y hombres desesperados trabajaban en esas duras condiciones de trabajo en el turno de noche durante los veranos. Ajenjo hacía que los trabajadores lo hicieran con grandes y muy
peligrosos riesgos con el fin de impresionar a los supervisores. Cuarenta y siete hombres perdieron la vida durante su "reinado" sin contar los numerosos accidentes sucedidos allí. No se les permitían coger días libres de baja o vacaciones.
En 1906, James "escoria" Ajenjo perdió el equilibrio en la parte superior de la gran Alice (el más alto horno de toda la fábrica) y cayó en una piscina de mineral de hierro. Él murió en el acto. Se informó de que se cayó mareado por el gas metano producido por el horno y perdió el equilibrio. Él nunca había puesto un pie en la cima de la caldera hasta ese día. Muchos creían que los trabajadores lo empujaron al horno, pues muchos estaban cansandos de su tiranía; pero ningún trabajador fue declarado culpable de ello. Poco después, el turno de noche fue continuado.
La leyenda del "escoria" crecía cada año con los trabajadores quejándose de que con frecuencia se veía una "antinatural presencia" en el lugar de trabajo. En 1926, un vigilante resultó herido tras ser empujado por detrás y le escuchar "a volver a trabajar" por un ser desconocido. En 1947, tres supervisores fueron encontrados noqueados en una pequeña sala de calderas inseguros de lo que les había ocurrido. Todos ellos afirmaron haber sido contactado por un hombre que fue quemado y les dijo que " volver a trabajar." 

En 1971, Samual Blumenthal, un vigilante nocturno, dijo que se encontró cara a cara con un ente,  mitad hombre y mitad demonio que intentó empujarle por las escaleras. Al negarse, el monstruo empezó a agredirle sobre él con los puños. Después de ser examinado, se informó de que había varias quemaduras intensas. Murió antes de regresar a Sloss.
Cientos de reportes de actividad paranormal han sido grabadas por la policía de Birmingham. Algunas pequeñas, mientras que otras más de notables. La mayoría de los informes tienen lugar en las noches durante los meses de septiembre y octubre.

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